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Estudiantes, computadores y aprendizaje: cómo conectarlos



Este estudio enfatiza que los estudiantes que no han adquirido competencias básicas en lectura, escritura, matemáticas y navegación, dentro de un entorno digital, se quedarán al margen de la vida económica, cultural y social que se desarrolla a su alrededor.
El documento original está en inglés, el portal Eduteka.org ha realizado esta traducción, la cual publicamos de manera integra.

Publicado por Eduteka.org / Autor: OECD/PISA

Documento reciente de la OECD/PISA que enfatiza que en la medida en que los computadores e Internet continúen jugando un papel primordial en nuestras vidas personales y profesionales, los estudiantes que no han adquirido competencias básicas en lectura, escritura, matemáticas y navegación, dentro de un entorno digital, se quedarán al margen de la vida económica, cultural y social que se desarrolla a su alrededor. Habla también del cierre de la primera brecha digital, dotación de equipos; y, alerta sobre la apertura de otra, el desarrollo de las habilidades para utilizarlos.
Resúmen Ejecutivo
En el 2012, el 96% de los estudiantes de 15 años de los países de la OECD reportaron tener en su casa un computador, pero solo el 72% dijeron usar un PC, un portátil o una tableta, en su Institución Educativa (IE). Solo 42% de los estudiantes de Corea y el 38% de los de Shanghai–China, reportaron que utilizaban computadores en sus IE y, Corea y Shanghai–China, fueron los de mejor desempeño en las pruebas tanto de lectura digital como de matemáticas basadas en el computador, en el Programa de la OECD para la Evaluación de Estudiantes Internacionales (PISA) en 2012. En contraste, en países en los cuales es más común que los estudiantes usen Internet en los colegios para hacer tareas, en promedio, el desempeño de los estudiantes en lectura, desmejoró entre los años 2000 y 2012.
Estos hallazgos, basados en un análisis de los datos de PISA, nos dicen que a pesar de la capacidad de penetración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en nuestras vidas diarias, estas tecnologías todavía no se han adoptado de manera masiva en la educación formal. Pero cuando se usan en el aula de clase, su impacto en el desempeño del estudiante es, en el mejor de los casos, mixto. De hecho, los resultados de PISA no muestran mejorías en el desempeño de los estudiantes en lectura, matemáticas o ciencias, en aquellos países que han hecho una inversión considerable en recursos TIC para la educación.
Como muestran estos resultados, la conexión entre estudiantes, computadores y aprendizaje, no es ni simple ni está estrechamente vinculada; y la contribución real que las TIC pueden hacer a la enseñanza y al aprendizaje todavía no se ha alcanzado en su totalidad ni se ha explotado en profundidad. Pero en la medida en que los computadores e Internet continúen jugando un papel primordial en nuestras vidas personales y profesionales, los estudiantes que no han adquirido habilidades básicas en lectura, escritura y navegación dentro de un entorno digital, no podrán participar de manera plena en la vida económica, cultural y social que se desarrolla a su alrededor. En medio de los mensajes decididamente contradictorios que se desprenden de los datos de PISA, emergen algunas observaciones críticas.
Las habilidades fundamentales requeridas en un entorno digital, pueden y deben enseñarse
Leer en línea requiere las mismas habilidades que hacerlo en una página impresa, con la importante adición de tener la capacidad de navegar por y entre páginas/pantallas de texto, filtrar lo que es relevante y lo que proviene de fuentes confiables, de entre una cantidad enorme de información. Corea y Singapur, los dos países con más alto desempeño en lectura digital, y que se ubicaron además, entre los países cuyos estudiantes son los que con mayor eficiencia navegan por la Web, cuentan con una excelente infraestructura de banda ancha y sus estudiantes de 15 años utilizan los computadores con habilidad en su vida diaria. Sin embargo, los estudiantes de estos países no tienen mayor exposición a Internet en sus Instituciones Educativas de la que tienen estudiantes de otros países de la OECD. Sugiere lo anterior, que mucha de la evaluación y de las habilidades para desempeñar tareas, esenciales para la navegación en línea, pueden también tanto enseñarse como aprenderse, de maneras convencionales, con herramientas y pedagogías análogas.
Primero, incrementar la equidad en la educación
En la mayoría de los países, las diferencias existentes en el acceso a computadores entre estudiantes con y sin posibilidades económicas, disminuyeron entre el 2009 y el 2012; en ninguno de los países se amplió la brecha. Pero los resultados de las pruebas, basadas en computadores, muestran que la alguna vez llamada “primera brecha digital” (acceso a computadores) se soluciona; la diferencia que persiste entre los grupos socioeconómicos, en la habilidad para usar herramientas de las TIC para el aprendizaje, se explica, si no en su totalidad, por las diferencias observadas en habilidades académicas más tradicionales. Lo que significa que para reducir las inequidades en la habilidad requerida para beneficiarse de las herramientas digitales, los países necesitan, primero que todo, incrementar la equidad en la educación. Asegurar que todos los niños alcancen un nivel de competencia básico en lectura y matemáticas, hará más para generar igualdad de oportunidades en un mundo digital, que lo que se puede lograr expandiendo o subsidiando el acceso a servicios y a dispositivos de alta tecnología.
Docentes, Padres y Estudiantes deben alertarse sobre los posibles aspectos perjudiciales del uso de Internet
Los encargados de educar a los aprendices “conectados” de hoy, se enfrentan a un número de temas que, o son nuevos, o han adquirido mayor relevancia, y que van desde la sobrecarga abrumadora de información hasta el plagio; desde proteger a los niños de los riesgos que pueden correr en línea (fraude, violaciones de la privacidad, matoneo virtual, etc) hasta establecer una dieta de medios digitales adecuada y apropiada. Además, muchos padres de familia y docentes no se sorprenderán por los hallazgos de PISA en el sentido de que los estudiantes que invierten más de seis horas diarias en línea, en su tiempo libre fuera de la Institución Educativa, tienen mayor riesgo de reportar que se sienten solos en el colegio, que llegan tarde a éste o que faltaron algunos días en las dos semanas que antecedieron a la aplicación de la prueba PISA.
Las Instituciones Educativas pueden enseñar a los estudiantes a convertirse en consumidores críticos de servicios de Internet y de medios electrónicos, ayudándoles a tomar decisiones informadas y a evitar comportamientos dañinos. Pueden también, aumentar el grado de conciencia de las familias respecto a los riesgos a los que se enfrentan los niños cuando están en línea y, a cómo evitarlos. Los padres pueden ayudar a los niños a balancear el uso de las TIC para su entretenimiento y ocio, en su tiempo libre, con espacios para realizar otras actividades recreativas que no involucren pantallas, tales como deportes y lo que es igualmente importante, dormir.
Para mejorar la efectividad de la inversión en tecnología, aprendamos de la experiencia
Los datos de PISA muestran que en países en los que las clases de matemáticas se centran en la formulación y resolución de problemas reales, ya sea en ingeniería, biología, finanzas o en problemas que surgen en la vida diaria o en el trabajo, los estudiantes reportaron que sus maestros utilizaban ampliamente los computadores en la enseñanza. Y, de acuerdo con los estudiantes, entre todos sus docentes, aquellos que están más predispuestos y mejor preparados para las prácticas de enseñanza orientadas al estudiante, tales como trabajos de grupo, aprendizaje individualizado y trabajo por proyectos, son más propensos a utilizar recursos digitales.
Pero, mientras los resultados de PISA sugieren que el uso limitado de computadores en las Instituciones Educativas puede ser mejor que no usarlos, utilizarlos con mayor frecuencia de lo que indica el promedio actual de la OECD, tiende a asociarse con un desempeño significativamente pobre de los estudiantes. Solo en determinados contextos se asocia el uso de las TIC con un mejor desempeño de los estudiantes; por ejemplo, cuando el software del computador y la conexión a Internet ayudan a incrementar el tiempo de estudio y la práctica.
Una interpretación de estos hallazgos es que a los educadores les toma tiempo y esfuerzo aprender cómo usar las TIC en la educación, al tiempo que permanecen firmemente enfocados en el aprendizaje de los estudiantes. Mientras tanto, herramientas en línea pueden ayudar tanto a docentes como a directivos escolares a intercambiar ideas y a inspirarse unos a otros, transformando lo que solía ser un problema individual en un proceso colaborativo. Al final, las TIC tienen la capacidad de amplificar la buena enseñanza, pero una buena tecnología no puede sustituir una enseñanza deficiente.

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